sábado, 13 de abril de 2024

En el sueño predomina el olor de la madera, la luz al fondo del pasillo, la voz alegre de los muertos desgranando maíz en la cocina a media tarde, el recuerdo hecho carne de algunas noches sin dormir frente al baile desnudo de la luna en el corazón de la ría, la rara certidumbre de que nada puede derribar aquella casa de la infancia cuando cierro los ojos aunque la hierba, piadosa, se expanda libremente por los muros y cubra los escombros del solar donde se alzaba.