Como
no consideran suficiente que no podamos gastar, no tienen reparo
alguno en amenazarnos, sin disimulo y por las bravas: si queréis
llegar a viejos sin caer en la indigencia, tendréis que ahorrar.
Cabe imaginar que lo inmediato será una invitación, sin sutilezas
innecesarias, al suicidio colectivo.
miércoles, 28 de febrero de 2018
martes, 27 de febrero de 2018
lunes, 26 de febrero de 2018
sábado, 24 de febrero de 2018
miércoles, 21 de febrero de 2018
lunes, 19 de febrero de 2018
sábado, 17 de febrero de 2018
viernes, 16 de febrero de 2018
jueves, 15 de febrero de 2018
miércoles, 14 de febrero de 2018
martes, 13 de febrero de 2018
lunes, 12 de febrero de 2018
domingo, 11 de febrero de 2018
sábado, 10 de febrero de 2018
viernes, 9 de febrero de 2018
Si
vivimos con los ojos bien abiertos y miramos de frente la verdad de
las cosas, podemos llegar a entender sin dramatismos la muerte de lo
que nos rodea y a reconocer la propia como algo natural. Sólo la
muerte de los niños nos desarma, sólo ante ese escándalo el alma
se rebela sin admitir la componenda de las explicaciones.
jueves, 8 de febrero de 2018
El
extraño vuelo comienza en el acantilado, donde el vértigo se
convierte en pájaro. Cesa por un instante que parece eterno el aroma
conocido de las cosas, nada es lo que hasta ahora ha sido, caen las
máscaras de la simulación, se funden mar y cielo en un velo de seda
que la mirada traspasa con verdadero asombro. También la música
germina en lo que nace, vibra en las alas que rozan ya la blancura
temblorosa de las nubes. Todo calla. No hay paisaje ni tiempo, se va
creando el nuevo territorio a medida que el pájaro desnuda lo que
mira, bebe en el río, asciende, cambia de rumbo o se detiene. En el
aire, despidiéndome, sé que nada puede mancillar el vuelo, cubrir
de cieno la virginidad de la mirada.
miércoles, 7 de febrero de 2018
martes, 6 de febrero de 2018
domingo, 4 de febrero de 2018
sábado, 3 de febrero de 2018
viernes, 2 de febrero de 2018
jueves, 1 de febrero de 2018
Volver
a la Estación del Norte para embarcarse en el tren expreso es
imposible, pero no su recuerdo. El hollín de los túneles impregna
todavía la frente despejada de los niños y resuena en las venas,
con la tenacidad sin trampa de los sueños, el traqueteo que
anunciaba la libertad y no cesaba hasta llegar al mar de la alegría,
que nos lanzaba sus olas como un padre los brazos al volver del
colegio. Creo que todos seguimos contemplando, en el silencio de la
noche, cuando cerramos los ojos, ese paisaje, seguros de que siempre
nos concede el feliz armisticio del regreso.
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