Se puede tardar una eternidad en
salir de las trampas que sólo se llegan a ver cuando se cae en ellas.
martes, 30 de abril de 2019
sábado, 27 de abril de 2019
No
es fácil saber por qué está uno inquieto o equilibrado. Sólo se
me ocurre que se trata de una manifestación más de los ciclos de la
vida. Que somos, aproximadamente, como el péndulo de aquellos
hermosos relojes de pared que nos recordaban, asustándonos un poco,
el paso de las horas. Y que un día dejarán
de darnos cuerda.
viernes, 26 de abril de 2019
jueves, 25 de abril de 2019
miércoles, 24 de abril de 2019
lunes, 22 de abril de 2019
Lo
que aflora a la superficie en la corrupción sólo es la punta del
iceberg. Cuánta basura se extenderá por debajo. La indignación
exasperada de muchos casi es una prueba. Quizá la contaminación
general sea incurable, un sello de la especie. Empieza a no ser fácil
encontrar un hombre justo. Un hombre desinteresado.
domingo, 21 de abril de 2019
Siempre
recuerdo lo que decía: “a partir de los 45 todos somos bombas de
relojería”. A ella le estalló a los 61 después de una lucha
áspera y larguísima en la que estuve a su lado, tan lúcido como
impotente. Todos hemos pasado por algo similar. Me resulta extraño
que nunca, nunca, estemos preparados.
sábado, 20 de abril de 2019
viernes, 19 de abril de 2019
jueves, 18 de abril de 2019
miércoles, 17 de abril de 2019
La
acacia de la casa de enfrente está cuajada de flores que bailan con
suavidad al son que les marca el viento. Este año ya se han
acostumbrado a verme sonreír en la ventana. Siempre está ahí
cuando me asomo, por necesidad o por descuido, como una de esas
compañía fieles que tal vez no agradecemos como debiéramos.
lunes, 15 de abril de 2019
viernes, 12 de abril de 2019
jueves, 11 de abril de 2019
miércoles, 10 de abril de 2019
martes, 9 de abril de 2019
lunes, 8 de abril de 2019
domingo, 7 de abril de 2019
sábado, 6 de abril de 2019
viernes, 5 de abril de 2019
jueves, 4 de abril de 2019
Cuando
miramos durante mucho rato algo que nos conmueve (el mar, por
ejemplo, siempre el mismo y sin embargo inabarcable; un camino del
que no presentimos el final; un cuerpo dormido; el crecimiento
lentísimo del árbol que plantamos un poco temerosos de que no
llegara a arraigar), si soportamos la intensidad y dejamos de pensar
en todo lo demás, la transmisión se producirá con naturalidad. Ya
no somos dos entes enfrentados, no soy yo absorto en la inmensidad de
lo que miro, sino el mar, el camino interminable, el cuerpo, la savia
misma del árbol. No los hago míos,
me pierdo en ellos. Me encuentro, quiero decir.
miércoles, 3 de abril de 2019
Cada
lugar por el que pasamos, aunque lo hagamos por enésima vez, nos
está mostrando algo que no habíamos percibido antes. Aunque sólo
sea la forma de verlo. Si fuéramos capaces de mantener la atención
que de niños le prestábamos a todo, el mundo seguiría
ensanchándose, la vida sería el juego
que nunca debimos dejar de jugar.
martes, 2 de abril de 2019
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