Hay
cosas que tienen buena prensa. Dos ejemplos: la aventura, la novedad.
Yo creo más en aventuras para la que no siempre están dotados los
tipos dispuestos a cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar, lanzarse
de un puente atados a una cuerda, pernoctar en la selva. Las cosas
que pueden hacernos felices son pocas y sencillas. Se pueden hacer a
diario, están ahí como la noche para quien se atreva a pasarla en
vela cuando valga la pena.