martes, 21 de abril de 2015

Cada año, cuando se acerca el verano, entrevistan a gente “importante” acerca de sus aficiones. Casi todos, después de mencionar los deportes que practican –golf, mucho golf últimamente– o su pasión por el senderismo, la jardinería de interiores o el coleccionismo de antigüedades, contesta algo parecido a esto: “también la lectura es uno de mis entretenimientos favoritos”. Lo que para otros es vital, a ellos les distrae.