Cuadernos de Ulpiano Ros
viernes, 12 de febrero de 2016
C
uando la ola de la confusión avanza sin cesar no hay otra obligación moral que aferrarse al madero de uno mismo. Guardar silencio. Mantener la boca cerrada para no tragar agua. Aunque sea un mal menor.
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio