viernes, 21 de agosto de 2015

He pasado la noche en la ciudad de mis sueños. La luz de las buhardillas, desorientada por la niebla, dirige mis pasos hacia la orilla del último arrabal, donde me espera el alba del olvido, la media luz donde lo pierdo todo: el asombro de estar vivo bajo las estrellas, una razón para quedarme, el nombre del hotel, la silueta del cuerpo que vine presintiendo a través de los años y mi viejo secreto.